Carta a juarenses de parte de un juarense
- Jason Coronado
- 13 dic 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 mar 2021
Cuando una persona vive en Ciudad Juárez, tiende a acostumbrarse a diferentes situaciones: al alumbrado público, al deficiente servicio de agua potable en distintas colonias de la localidad, al trabajo mal pagado, a la cuestionable calidad del transporte público, a las diferentes expresiones de violencia (robos, secuestros, violaciones, feminicidios, homicidios).
Varios miembros del equipo de El FORÁNEO hemos vivido prácticamente toda nuestra vida en Ciudad Juárez y creemos que es un error que las personas se acostumbren a las deficiencias en el sistema. No solo nos referimos del sistema a un nivel estructural (alumbrado, sistema de agua potable, sistema del transporte público), también al ámbito social.
El domingo 01 de diciembre del presente año hubo una manifestación en contra de la violencia hacia las mujeres. En “Un violador en tu camino” se protestó contra la violencia que en muchos casos han terminado en feminicidio y se exigió justicia para aquellas quienes ya no están entre nosotros.
Lo más lógico y razonable habría sido que se brindara apoyo general a las involucradas debido a que en Ciudad Juárez se han perpetrado una gran cantidad de feminicidios en las últimas tres décadas (desde 1993 se reconoció como un problema a nivel local y desde entonces no se ha erradicado). Sin embargo, la realidad es muy distinta; muchos comentarios en redes sociales se realizaron para denigrar al movimiento y a las personas que formaron parte de un movimiento social que ya es de clase mundial.
Una de las razones del porqué varios se han dedicado a denigrar el movimiento es que piensan o no pueden dejar de pensar que las víctimas de alguna manera se buscan la agresión por vestir de tal manera o estar en tal lugar a tal noche. En realidad, ninguna de esas cuestiones son detonantes para el agresor.
Se han documentado casos en los que se han perpetrado violaciones e intentos de feminicidio a plena luz del día en espacios públicos. Muchos de los que se refieren a las manifestantes peyorativamente no saben que varias de ellas están directamente relacionadas con las víctimas y por eso exigen justicia. Aunque tampoco es necesario que haya una relación entre víctima y manifestante.
El argumento de que no son maneras de manifestarse pierde credibilidad porque ya han habido manifestaciones pacíficas y en esas ocasiones se han recibido burlas en lugar de apoyo. Tal vez no sea lo más ortodoxo, pero a ese extremo han tenido que llegar para que sean escuchadas. Varias y varios está dispuestos a provocar los daños materiales necesarios para que sean escuchados; eso no los convierte en revoltosos ni en malas personas.
En verdad los integrantes del equipo de EL FORÁNEO quisiéramos que las personas, especialmente los juarenses, realizaran un poco de trabajo reflexivo acerca de por qué se realizan manifestaciones en contra de la violencia que sufren las mujeres. También deberían cuestionarse si su actitud hacia las personas que denuncian las distintas expresiones de violencia es pertinente, también es importante de recalcar que como ciudadanos debemos dejar de ser cómplices de los victimarios al permitirles que se sigan atropellando los derechos humanos.
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