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Opinión | Capirotada electoral

  • Misael Watanabe
  • 17 jun 2021
  • 3 Min. de lectura

Imagen tomada de: https://movin.laoms.org

Las elecciones intermedias efectuadas el pasado 6 de junio dejaron reacomodos y sorpresas como en la CDMX, donde la oposición se hizo de la mitad del territorio capitalino que por 30 años fue gobernado por la izquierda. Morena pasó a perder la mayoría necesaria en el congreso lo que hará que el partido del presidente negocie con la oposición para sacar adelante sus reformas. Ya AMLO coqueteó con el PRI pero éste le dijo que "siga participando". Pero el plato grande fue que las gubernaturas se vistieron de guinda, reafirmando que a pesar del desgaste sigue la hegemonía del oficialismo.


Cabe decir que los comicios se llevaron ante un clima violento, muchos de los candidatos sufrieron amenazas, hostigamiento algunos lamentablemente fueron asesinados lo que la poca seguridad para hacer política en México. El escenario presentó a toda clase de personajes caracterizados por su pasado poco conciso, con escándalos de corrupción, hasta por incluir en la contienda a actores como Alfredo Adame que ni sus mentadas de madre alcanzaron para llegar siquiera a un mínimo de votos y Jaime Flores mejor conocido como "Máquina de Fuego", que bajo un discurso ultraderechista no tuvo ni pena ni gloria. Sin olvidar a Samuel García que de ser objeto de burlas, pasará a gobernar Nuevo León.


Prevaleció la falta de respeto hacia los electores, al tildarlos de ingenuos en una faena que ninguna propuesta abordó. Las caras fueron demonizar al presidente y a su partido que dieron dividendos en sectores de la clase media, y con la narratuva de "ellos son el PRIAND", morena se permitió con el hecho de ganar estructura traicionar los principios de partido y a las bases que ante sus ojos les impusieron candidatos de la jerga neoliberal. Con ello los electores se enfrentaron a votar por lo que ellos consideraron mejor dando castigos en beneficio de la oposición o espaldarazos a la cuarta transformación. Sin duda la "fiesta democrática" vaticinada liberalmente no es más que la legitimación de un orden que es moldeado para beneficiar a las clases dominantes. Eso lo hizo sentir el absolutismo, el rechazo explícito a lo inservibles y vacuas que son las elecciones.


En Chihuahua el duartismo azul tuvo fuerza en el centro del estado preponderantemente en la capital, con un discurso clerical, con promesas asistencialistas con tintes forzados de progresismo no ocultando su desplegado antiderechos. Así llega Maru Campos vinculada a un proceso penal por peculado y corrupción por el caso de la nómina secreta donde el exgobernador César Duarte pagó sobornos para no tener impedimentos para llevar a cabo sus planes. El gran perdedor fue Juan Carlos Loera que llegó a la candidatura por dedazo de AMLO, lo demás fue trámite. El discurso de "unidad" fue la estocada de una crónica de muerte anunciada al perder fuerza la raíz, mientras que la derecha se recompuso para ganar. Decir que JCL, fue señalado por robo de programas sociales y hacer actos anticipados de campañas. Ahí estuvieron de testigo la contaminación de espectaculares de promoción de un libro que jamás existió.


Eso de los punteros, aspectos insultantes fueron las acciones realizadas por Alfredo "El caballo" Lozoya en derribar un hogar en la ciudad de Chihuahua por suponer que era un picadero de drogas. ¿Quién demonios les dió permiso de hacer eso?, desconocemos pero la mano dura y "Tomar las rindas del estado" no tienen efectos con una estrategia violenta. Las drogas no acabarán tirando casas, el enemigo no son las personas de la clase precarizada, el combate se encuentra en darles oportunidades que tengan como base la dignidad y los derechos humanos de los ciudadanos. Se diría que afortunadamente no ganó, pero con el punitivismo panista nos sobra bastante preocupación.


Así llegamos a Juárez donde Cruz Pérez Cuellar candidato morenista es virtual alcalde al tener una ventaja de 10 porcentuales sobre su más cercano perseguidor el panista Javier González Mocken. La interrogante será la relación con la ejecutiva estatal que tendrá Pérez Cuellar si los vínculos los unen o los terminan por separar por la importancia estratégica de la frontera de cara a la elección presidencial del 2024.


Se espera que el atraso y el abandono de la ciudad sea cosa del pasado, pero con las credenciales de los ganadores el panorama no es nada alentador. En lo general queda en la ciudadanía evaluar si realmente el sistema electoral está a la altura de las circunstancias. Se tiene una visión reduccionista en tratar de ignorar las grandes fallas de un método "democrático", que preescribe a las personas.



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