Conciencia Social | La ropa unisex y la identidad de género: ¿realmente reflejamos lo que somos?
- Carolina Muriel
- 4 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 8 mar 2021
“No se nace mujer, se llega a serlo”
Simone de Beauvoir
El género es el conjunto de características sociales que se les atribuyen al hombre y a la mujer. La identidad de género va ligada con el rol de género; cómo me veo es lo que soy y lo que hago. ¿Qué pasaría si todos nos viéramos iguales? ¿Cómo cambiaría la forma en que nos vestimos, con la forma en la que nos identificamos y los roles que ocupamos? Si dejaran de existir estas distinciones, ¿qué cambiaría en lo que hoy consideramos masculino, si vemos a un hombre en la calle con una falda? ¿Qué pasaría si dejáramos de ligar algo tan simple como la ropa con el género de las personas?
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En los años 60 y 70 se abrió paso a la ropa de tipo unisex. Si bien se planteó que la ropa unisex en una mujer sería igual a “simplemente ponerle un traje”, a lo largo de la historia prendas o accesorios que eran consideradas masculinas, poco a poco fueron siendo adaptadas al ámbito femenino; tal es el caso de los tacones, las pelucas, el maquillaje, pantalones de mezclilla, crop tops, shorts, botas, overoles, y la lista sigue. Hoy en día, si vemos a un hombre portarlas, genera controversia. Para unos es revolucionario ya que rompe con esquemas, pero para otros es inconcebible y objeto de burlas.
Desde antes de nacer ya están estipulados los roles que ocuparemos. Los padres se plantean esta hipótesis de lo que su futuro bebe será y en qué se convertirá. El sexo define ante la sociedad nuestro género y, a su vez, el género define el medio en el que nos desenvolvemos, así como este define nuestra identidad otorgándonos un rol. ¿Por qué la ropa está implicada? ¿Por qué tiene que ser tema de discusión algo como una prenda? La ropa por sí misma no define nuestra orientación sexual; no nos hacen más o menos mujeres y hombres. ¿Quién define lo que es femenino y lo que es masculino? Si solo es ropa, accesorios, ¿por qué le damos tanta importancia? Carl Jung en su teoría de los arquetipos, y el inconsciente colectivo, hace mención de que existen patrones de imágenes y símbolos recurrentes que se repiten a lo largo de la historia y prevalecen en las culturas. Nuestra forma de vestir son patrones, pero con un diferente tipo de simbología y significado. La ropa y los accesorios nos identifican, pues es una forma tangible de representar ante la sociedad lo que somos o lo que aparentamos ser. Para Jung “el arquetipo de la Persona representa la vertiente de nosotros mismos que queremos compartir con los demás, es decir, nuestra imagen pública”. La ropa y los accesorios, al igual como cualquier otro producto, tienen una identidad propia. Parece que las prendas siguen un rol, ya que según lo que vestimos es como la sociedad nos identifica; si no concuerda lo que somos con lo que presentamos a la sociedad, esta se encarga de que rindamos cuentas.
La empresa argentina Mercado Libre ha iniciado una campaña de ropa unisex, “ropa sin género”, la cual promueve la libertad de llevar puesto aquello que nos haga sentir cómodos y no lo que se nos imponga como correcto y aceptable. Sin embargo, achacarle la culpa a una prenda y después deslindarla no es suficiente. La ropa es ropa, pero engloba muchos significados. Desde la primera infancia se nos impone un estilo o una forma de vestir, y al crecer la adaptamos a lo que nuestro contexto nos muestra que es aceptable. La ropa es unisex, pero nuestro pensamiento no lo es. O es blanco o es negro; se es azul o se es rosa.
Identidad de género y rol de género han sido dos conceptos que a lo largo de los años han generado controversia entre expertos de distintas ramas y la sociedad en sí, y es que la identidad por sí misma es bastante subjetiva. La moda ha cambiado con nosotros, es parte de nosotros, y es que la forma en que lucimos ante la sociedad muchas veces no refleja lo que somos. La moda como tal siempre se ha manejado ante el público como una forma de expresión, pero no nos aclaran que la forma en que nos expresamos viene con ciertas restricciones, ya que si bien somos libres de vestirnos como queramos, la sociedad nos exige seguir ciertos cánones, de lo contrario no formamos parte de esta. Si bien la ropa unisex no es la posible respuesta a los continuos problemas de desigualdad, es un paso a la libertad de vernos ante la sociedad como nos vemos a nosotros y nosotras mismas. La ropa, el maquillaje y demás accesorios son como una segunda piel, y debemos de ser libres de llevarlos como nos plazca.
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