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Stan Winston: la leyenda de los efectos especiales

  • Foto del escritor: Jason Coronado
    Jason Coronado
  • 10 abr 2021
  • 4 Min. de lectura

El 7 de abril de 1946 nació Stanley Winston en Richmond, Virginia. En 1969 llegó a Hollywood inicialmente como un aspirante a actor. Mientras esperaba su oportunidad y con una familia que mantener, Stan comenzó a trabajar como aprendiz de maquillador bajo la dirección de Robert J. Schiffer en el departamento de maquillaje de Disney Studios,




En su infancia, a Stan le fascinaban los títeres y la fabricación de máscaras. Mientras trabajaba en Disney, esa fascinación se convirtió en pasión y ahí encontró una nueva carrera. Durante los siguientes 40 años dirigió a su equipo de artistas del “Renacimiento del hoy en día” para la creación de personajes que después serían icónicos.


Trabajó en “Terminator” (1984) luego de que Dick Smith (una leyenda en el departamento de maquillaje) lo recomendara a la producción. Él se hizo cargo de todo lo relacionado con los efectos y el maquillaje de Arnold Schwarzenegger. Su aportación en esa cinta fue tan importante que cuando se pensó en utilizar la técnica de animación “stop-motion” para filmar los movimientos del exterminador en su forma robótica, Stan convenció a James Cameron que era posible grabar algunas tomas con distintas marionetas de tamaño real.



Para “Aliens” (1986), Cameron lo llamó para que juntos diseñaran a la reina alien. Ambos trabajaron en una enorme marioneta de tamaño real sujetada a una grúa. Usaron mecanismos hidráulicos y cables para crear el movimiento de sus extremidades. Se requirió un equipo de 16 personas para hacerla funcionar.


En la producción de “Predator” (1987) se tuvo problemas con el traje del depredador porque parecía una lagartija y no le gustaba ni a los productores ni al director. Jean-Claude Van Damme, que en ese entonces aún no era un actor reconocido, se quejaba del calor que pasaba por usarlo y porque no se vería su rostro. Todo eso provocó que se contratara a Stan y a su equipo, en recomendación de Arnold Schwarzenegger, para rediseñar a la criatura.

El concepto se basó en una pintura de un guerrero rastafari que Winston vio en la oficina de uno de los productores. El detalle de agregarle mandíbulas se debió a un comentario que James Cameron le hizo en un viaje en avión. El director le mencionó a Stan que nunca había visto algo con mandíbulas. El resto es historia.


Ya en la década de los noventa, James Cameron le encomendó la realización del primer “teaser” de “Terminator: Judgment Day” (1991). A pedido de Cameron, no usó escenas de la película para que no se revelara que en esa ocasión el T-800 era el héroe y no el villano. Utilizó su amplia experiencia en efectos visuales para crear una secuencia de ensamblado de los ciborgs exterminadores.



En la etapa de preproducción de “Jurassic Park” (1993) formó parte de un equipo estrella de especialistas. Todos los involucrados tenían una vasta experiencia en los efectos visuales por haber participado en grandes sagas como “Terminator”, “Alien”, “Star Wars”, “Indiana Jones”, “Back To The Future”, etc.


Phil Tippett se encargó de la animación “go-motion”, una técnica un poco más avanzada que el “stop-motion”. Stan fabricó las marionetas animatrónicas. Michael Lantieri supervisó los efectos en el set. Dennis Muren lideró al equipo responsable de combinar todos estos elementos en post producción. A casi treinta años del estreno, esa película sigue siendo alabada por sus efectos especiales.



Winston lideró a la industria al adoptar un enfoque híbrido que combinaba la robótica, maquillajes mejorados digitalmente, marionetas sofisticadas y CGI para crear personajes de fantasía que desafiaban a la imaginación y vivían de verdad. Él nunca declaró una preferencia por alguna técnica específica, en su lugar, insistía en utilizar el método que fuera mejor para cada toma.

A pesar de que es más conocido por su faceta en los efectos visuales, también dirigió y produjo. Como director, se encargó de tres películas: “Pumpkinhead” (1983), “A Gnome Named Gnorm” (1990), T2-3D; Battle Across Time” (1996). También coescribió y dirigió “Michael Jackson’s Ghosts (1997).





En un aspecto más personal, se dice que Stan era alguien dedicado a su familia, defensor de la educación y filántropo quien formaba parte de la junta directiva de “Free Arts for Abused Children”. Además de sus premios, aceptó con orgullo el recibimiento de un Doctorado Honorario en Humanidades de la escuela de arte más grande de Estados Unidos, la “Savannah College of Art and Design”.


Stan Winston falleció el 15 de junio de 2008 en Malibú, California. Los últimos 7 años había sufrido de mieloma múltiple, un cáncer de las células plasmáticas. Estas células son un tipo de glóbulo blanco en la médula ósea que cuando se tornan cancerosas, se multiplican. Un portavoz mencionó que Stan murió pacíficamente y rodeado de sus seres queridos.


Las palabras no alcanzan para describir ni exponer la importancia que este hombre tuvo para el campo de los efectos visuales. Solamente queda esperar que tanto en el presente como en el futuro las audiencias sepan quién fue él y valoren su aportación al séptimo arte.


Quizás las nuevas generaciones de especialistas que surjan apuesten por efectos prácticos y de esa manera seguir con el legado que dejó Stan. Esa sería una buena forma de evitar que se le olvide. Al menos por mí parte pueden estar seguros de que no permitiré que su trabajo pase por alto.



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