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Recomendación Cinematográfica |“Breakfast on Pluto”es una película que cuenta mucho con poco

  • Foto del escritor: Jason Coronado
    Jason Coronado
  • 19 ago 2020
  • 4 Min. de lectura

Desayuno en Plutón es una película que transcurre en los setenta, en una época en la que había una tensión política fuerte entre Irlanda e Inglaterra. La cual hasta cierto punto tiene un peso importante en la historia

Desayuno en Plutón es una película irlandesa-inglesa estrenada en el 2005. | Fuente: IMDB

La protagonista es una mujer trans llamada “Kitten”, anteriormente conocida como Patrick Braden, quien cuenta la historia de su vida. Durante la película cada hecho que de cierta forma la marcó o que fue un detonante para que tomara una decisión importante, los narra como los capítulos de un libro.



La premisa es bastante interesante, pero como suelo hacerlo, es hora de presentar algunos datos con respecto a la realización de la película. |Fuente: IMDB

La película fue financiada por las productoras, o mejor dicho organizaciones, “Pathé Pictures International”, “Fís Éirann/ Screen Ireland”, Northern Ireland Film and Television Comission”. A grandes rasgos están centradas en fomentar o promover productos de entretenimiento del Reino Unido. Específicamente la “Fís Éirann/ Screen Ireland”, centra sus esfuerzos en apoyar el cine, la televisión y la animación irlandesas. ¿Qué nos dice todo esto? Nos confirma hasta cierto punto que “Breakfast on Pluto” es una película independiente y de bajo presupuesto.


Con respecto a la dirección, Neil Jordan se encargó de este aspecto. No es alguien tan conocido fuera del Reino Unido porque se ha centrado en escribir y dirigir proyectos tanto en Irlanda como en Inglaterra. El mismo Jordan se encargó del guion junto con Patrick McCabe, el autor de la novela en la que está basada la película.


Luego del paréntesis, ahora sí vamos a los aspectos más interesantes de la película.

Este caso es curioso porque se decidió priorizar el contenido de la historia, o al menos eso parece al principio.


En los primeros minutos de la película, cuando se muestra la niñez de Patrick, su madrastra lo sorprende con un vestido puesto y con maquillaje en la cara. Entonces horrorizada por lo que ve decide perseguirlo. Rápidamente se cambia la cámara fija por una en mano cuando se enfoca a la madrastra. Luego hay un pequeño travelling cuando Patrick se voltea para correr. Inmediatamente hay un corte y se hace un paneo cuando la señora persigue al pequeño.

Este cuadro de la niñez de Patrick refleja el principio de su proceso de aceptación de su identidad | Fuente: IMDB

Desde los primeros minutos nos muestran que, aunque una película no cuente con los grandes recursos, aún así se puede hacer un producto que vaya más allá de los convencionales planos medios y planos generales.


Antes de los primeros treinta minutos de la película ya se usó en al menos dos ocasiones el travelling lateral y de dos formas. La primera es cuando sacan a Patrick de un salón de clases, y la cámara sigue a los actores desde adentro. La otra es cuando Patrick, o “Kitten”, está en una cafetería con el vocalista de “Billy Hatchett y los Mohawks”: al principio, la cámara enfoca a un par de miembros de la banda, y lentamente la cámara se mueve a la derecha hasta enfocar a Billy y Kitten.


Este traveling cumple con toda su función en esta toma de Billy y Kitting | Fuente IMDB

Un aspecto de la película que es muy interesante es el uso de los pichones como un apoyo a la explicación de ciertos detalles de la historia. En lugar de usar a uno de los personajes de la cinta para que suelten datos, ese trabajo se lo dejan a los pájaros cuando hablan entre sí o cuando se dirigen a una persona. Por ejemplo, cuando una señora menciona que el padre Liam ha cambiado, los pichones mencionan que él está así desde que la sirviente rubia se fue.


Incluso cuando se menciona que la madre biológica de “Kitten” se parece a Mitzi Gaynor por primera vez, los pájaros son los encargados de dar ese dato que más adelante lo volverán a usar.


¿Y la homofobia?


Los prejuicios machistas y homofobos se encuentran en el filme y afectan de gran manera el al protagonista de la historia | Fuente: IMDB

Cualquiera podría pensar que, si la protagonista de la película es una mujer trans, seguramente en algún punto va a sufrir discriminación o insultos o cualquier otra expresión homófoba; sobre todo si fue criada en un ambiente estrictamente religioso.


La respuesta a esa inquietud es que sí, efectivamente Kitten tuvo que tolerar el comportamiento hostil de su madrastra hacia él prácticamente desde que era un niño. Incluso el detonante para que se fuera de su casa fue que su hermanastra la llamó “criatura” de una forma despectiva.


No solamente las personas que vivían con ella se mostraban disgustadas con ella, también en colegio en el que Kitten estaba cuando aún se referían a ella como Patrick. El director la expulsa cuando ella escribe sobre un papel su duda de si conocía un lugar para cambiarse de sexo.


Los miembros de la banda de Billy tampoco ven con buenos ojos que su vocalista pase tiempo con Kitten. Si desde entonces no les agradaba esa pareja, desde que Billy decidió que ella cantara junto con él y fracasaran en un concierto, menos.


Ese desagrado hacia Kitten fue tal que los miembros no estaban dispuestos a permitirse otro fracaso, y Billy tuvo que decirle a su chica que ya no podía presentarse con ellos. Cerca de la mitad del filme, una prostituta insulta a Kitten cuando ella se va en un auto con un hombre. Seguramente pensó que le robó un cliente. Lo cual hasta cierto punto es cierto. Después de responder a la pregunta con varios ejemplos de comportamientos homófobos que la protagonista tuvo que tolerar, se podría formular otra: ¿cómo es que no se le da más importancia en la historia esos comportamientos hostiles hacia Kitten?


Una buena respuesta podría ser que la homofobia no es el tema central de la película. Además, Kitten es quien cuenta los sucesos de su vida, y para ella lo más importante es, en parte, contar cómo fue su odisea en Londres para encontrar a su mamá. Y por supuesto si es ella quien narra, obviamente va a evitar dar muchos detalles negativos que la hagan distraerse de relatar cómo fue que sobrevivió a su propia historia.


“Desayuno en Plutón” es una película muy buena porque el director y el coescritor McCabe consiguieron contar prácticamente toda una vida con pocos recursos a la mano, pero con mucho ingenio acompañados de un muy buen guion.


Algo seguro es que la cinta no habría sido tan buena si Cillian Murphy no se hubiera entregado al cien por ciento al personaje de Kitten. Solamente hay que comparar otros proyectos en los que ha participado como “28 Days Later” o “Peaky Blinders” para comprobar que se comprometió completamente con los realizadores de la cinta.


Quizás el filme tenga más reflectores cuando más gente se anime a explorar la filmografía de Cillian Murphy. Seguramente se llevarán una gran sorpresa cuando sepan que, así como puede ser el espantapájaros de “Batman Begins”, también es Patrick Braden, alias “Kitten”.






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