Recomendación | “Drag me to hell” es una película que permite plantear un debate
- Jason Coronado
- 5 abr 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 jul 2020
Textos para pasar la cuarentena

Ahora que ya pasaron doce días de la cuarentena provocada por los brotes de COVID-19, es pertinente analizar una película de terror para que se den cuenta de que el aislamiento no es lo peor que puede pasar durante este periodo.

“Drag me to hell” es una película dirigida por Sam Raimi. El cineasta es conocido por haber dirigido la trilogía de “Evil Dead”, aunque tal vez lo ubiquen mejor como el director de la primera trilogía de “Spiderman”. Él y su hermano Ivan escribieron el guion de la cinta.

Los eventos más interesantes del filme empiezan cuando Christine, la protagonista, le niega a una mujer de la tercera edad de apellido Ganush una prórroga para que pague la hipoteca de su casa, lo que ocasionaría que se la quiten. Después de eso, ella experimenta situaciones paranormales.
La película demuestra la diferencia que puede hacer la empatía en el ser humano.
El hecho de que Christine le negara una tercera prórroga a la mujer desata los hechos de la historia. Eso no significa que ella no sintiera empatía por la señora a la que le iban a quitar la casa, pero sí implica que Christine estaba más interesada en ayudarse a sí misma.
Lo anterior nos lleva a la siguiente pregunta: ¿realmente Christine merecía que la señora Ganush la maldijera? Depende de la perspectiva.
Si vemos los hechos desde un punto de vista moralista, claro que habría sido mejor que Christine le hubiera concedido la prórroga a pesar de la negativa de su jefe.
Ahora, si nos ponemos en los zapatos de la protagonista la decisión no parece tan fácil. Ella espera que la asciendan y darle una prórroga provocaría que se le resten puntos. Además, hay otro empleado que quiere el mismo puesto de subgerente y eso seguramente le añadió presión. También se nos da a entender que ella no se siente suficientemente importante no solo por el lugar en el que trabaja, sino por su origen rural.

Se puede culpar a la chica si se quiere, pero a mí me queda claro que el responsable y único culpable de todos los eventos es el banco y el sistema bancario en general porque sus políticas perjudicaron tanto a la señora Ganush como a Christine. Ese mismo sistema fue aprovechado por un empleado en Spiderman 2 para que este pudiera negarle una tostadora a la tía May, y causalmente Raimi también dirigió esa película.

Ahora que mencioné nuevamente a Raimi, vale la pena explorar las tres reglas del horror que estableció luego de hacer una revisión de películas de terror, y cómo las aplicó en “Arrástrame al infierno”.
La primera regla dicta que el inocente debe sufrir; el pobre que entre a la casa tiene que ser atormentado.
Esta regla es la que más fácilmente puede ubicarse en la película debido a que Christine la pasa muy mal durante el desarrollo de la historia. El mal que la aqueja juega con ella, la empuja, la eleva, la arroja por las habitaciones, le provoca visiones terroríficas, entre otras cosas desagradables. Prácticamente la tortura psicológicamente.
En la segunda se menciona que el culpable debe ser castigado; cualquier cosa malvada que esté allá afuera, cualquier fuerza oscura que haya, la audiencia quiere ver que se enfrenten intensamente.
Esta regla se puede interpretar de dos maneras en la película. Cuando Christine desentierra el cuerpo de la señora Ganush para regalarle un objeto de su propiedad y así pasarle la maldición, castiga a la culpable de su tormento.
Si se ve a Christine como la culpable de que le quitaran la casa a la señora Ganush, se puede ver su castigo en todo el nudo de la película e incluso en el final.
En la tercera se establece que se tiene que probar la sangre para ser un hombre; se tiene dar ese paso a la madurez, por medio de esa sanguinaria experiencia.
A pesar de que la tercera regla no suena muy incluyente, me permito interpretar que se trata de una mera metáfora cuando habla de convertirse en hombre, puesto que la parte más importante es que madure. Luego de que Christine ya probó la sangre, literalmente incluso, ya se enfrentó tanto al espíritu de la señora Ganush como al demonio que la atormentaba.

En el documental “Stephen King’s Wolrd of Horror” Sam Raimi explicó que los hermanos Coen encontraron que existe una cuarta regla: la muerte debe caminar. En su momento el director dijo que aún estaba en proceso de prueba para ver si eso aplica en todas las películas de terror.
De cualquier manera, se puede interpretar que la regla cuatro se cumple en el filme. A Christine le hacen saber que un demonio llamado Lamia va a ir por ella después de que hayan pasado tres días desde que la maldijeron. Durante esos tres días el demonio se manifiesta a través de ventiscas y ráfagas de viento para acechar a la protagonista. También se le aparece en forma de sombras que se solidifican los suficiente para tomarla, elevarla, jalonearla, arrojarla. Tal demonio representa a la muerte caminante expuesta en la cuarta regla.
Más allá de cómo fue que se representaron las reglas del horror en la película, me gustaría hacer una mención del sonido. Raimi tiene la costumbre de alterar sonidos específicos en sus películas para que sean más fuertes. En este caso hay una escena en la que una pequeña reja se abre con el viento y hace un chirrido; lo que hizo Raimi fue aumentar los decibeles para causar en la audiencia una sensación de miedo tal como la siente la protagonista. También utiliza ese mismo recurso del sonido en otras escenas, pero menciono la de la reja porque es la más notoria.
Creo que después de este análisis, el encierro para evitar el contagio de coronavirus no parece tan malo. Además, se puede aprovechar este tiempo para armar un debate y discutir si lo que le pasó a la protagonista fue justo o no lo fue.
Comments