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Music Box | El regreso de The Weeknd: After Hours

  • Karla Torres
  • 6 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 5 mar 2021



Textos para pasar la cuarentena

Corren tiempos difíciles para todos y, sin duda, también para los artistas. Conciertos y giras aplazadas, eventos musicales pospuestos y un gran número de lanzamientos musicales que, estando previstos para las próximas semanas, ven peligrar su fecha de publicación a causa de la crisis mundial del coronavirus.

Imagen: Warner Chappel Music

No ha sido el caso de After Hours, el nuevo álbum de The Weeknd que, aun arriesgándose a ver reducido considerablemente el número de ventas, ha visto la luz este viernes 20 de marzo tal y como estaba previsto.


Si bien, After Hours también apuesta por incorporar sonidos y recursos típicos de este género y por adentrar aún más en las sombras de The Weeknd, la ambición que esconde este regreso es mucho mayor.


En After Hours el artista decidió no compartir protagonismo. Al menos en lo que a la parte vocal se refiere, pues a pesar de que a lo largo de las 14 canciones que componen el disco solo lo escuchamos a él, brillan en cada uno de los temas los nombres de los más de diez productores que han trabajado mano a mano con The Weeknd.


Pese a ser un álbum típicamente pop, cuenta con texturas, recursos y matices típicos de la electrónica ochentera y estilos urbanos como el trap o el hip-hop. Esta mezcla resulta en un sonido general envolvente, enigmático y emocionalmente oscuro. Una estética tan retro como actual. Además de dichas características y en comparación con sus anteriores trabajos, en After Hours destaca una estética que bebe tanto del pasado (de la música en general y del estilo del artista en particular) como del presente. No son pocos los cantantes que están apostando por recuperar ciertos rasgos sonoros típicos de la década de los 80 y la música disco y entre ellos está The Weeknd.

Ritmos parecidos a las canciones de Michael Jackson y Madonna están audiblemente presentes en todos los temas que integran este cuarto álbum de estudio del canadiense; este pop o electropop gana protagonismo en la segunda mitad (a partir de Blinding Lights) y alcanza su máxima expresión en In Your Eyes (que, corriendo el riesgo de resultar efectista, incorpora un curioso solo de saxofón, siendo este prácticamente el único instrumento que tiene su momento de gloria).



A pesar de la clara evolución respecto a sus anteriores trabajos (y todo el esfuerzo comercial por recalcar el regreso del artista con una nueva imagen), este álbum parece retroceder en la discografía de The Weeknd y recuperar un estilo más parecido al de sus primeros discos. Lo mismo sucede en las letras, la mayoría de las cuales giran en torno a una retrospectiva obsesiva de todo el camino recorrido desde sus inicios en la industria hasta ahora.


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