Martin Scorsese y tres películas sobre la mafia italiana
- Jason Coronado
- 17 nov 2020
- 9 Min. de lectura
El 17 de noviembre de 1942 nació Martin Charles Scorsese en Queens, Nueva York. Sus padres lo criaron a él y a su hermano en el barrio llamado “Pequeña Italia”. Se sabe que en su infancia sufrió de sama severa, y por eso se le prohibió practicar deportes y otras actividades comunes que otros niños realizaban. Con ese impedimento, pasó todo su tiempo libre viendo películas e iba al cine con su familia cada vez que podía.

Después de que inicialmente se decidió por ser sacerdote, luego de un año abandonó el seminario. Ingresó a la Escuela de Artes de Nueva York. En sus años de estudiante realizó unos cuantos cortometrajes. El más exitoso fue “The Big Shave” de 1967. En él, un hombre entra a un baño impecable y se afeita hasta llegar al extremo de la mutilación.
Hoy 17 de noviembre, el director cumple 79 años. Como homenaje, en el presente texto se va a hacer una revisión a tres películas que ha dirigido para exponer cómo se comportan los personajes principales en distintos círculos de la mafia italiana.

Mean Streets (1973)
En esa cinta se nos muestra uno de los círculos más bajos de la mafia en términos de importancia y relevancia. A diferencia de otras películas de Scorsese, ya sea de gánsteres y en general, los problemas por los que pasan los personajes principales no tienen un gran impacto o al menos no en un principio.
Entonces, ¿por qué nos interesa ver una película en la que jóvenes realizan actos ilícitos relativamente menores? Por el cómo Scorsese decidió presentarlos y desarrollarlos conforme avanza la película. Lo interesante es que no parece haber una historia tal cual. Se siguen las actividades de un grupo de hombres jóvenes. El otro componente que hace que se siga viendo es que se nos muestran cosas que están fuera de los límites de la que se consideraría vida cotidiana
Charlie es alguien quien constantemente está en búsqueda de redención por todos los pecados que ha cometido. Al inicio, en canto ve entrar a su amigo Johnny a un bar, interpreta que esa es la penitencia que Dios le envió. A pesar de que un sentimiento de culpa aparentemente le hace querer imponerse una penitencia que él considere apropiada, también está la posibilidad de que simplemente quiera probarse a sí mismo que es lo suficientemente bueno para ser parte completamente de la organización de su tío.

Tony maneja un bar. En principio para no tener mucha injerencia, pero en ciertos momentos suele ser el tipo de amigo que prefiere estar en un punto medio de todo. Por supuesto que participa en actos ilícitos como apostar, estafar e incluso tener a una pantera en cautiverio, pero no llega al extremo de matar a una persona. En algún punto invita a Charlie a que no crea todo lo que un sacerdote le diga, lo que de alguna manera expone que hasta cierto punto buscar ser la voz de la razón.

Johnny es el tipo más irresponsable del grupo. No le interesa ir a trabajar, no le interesa pagar sus deudas, no le interesa ser impertinente. En general, no está interesado en comportarse como un adulto, y eso se nota desde que en su primera aparición dejó una bomba dentro de un buzón. Es tan irritante y problemático que sus dos amigos más cercanos pierden la paciencia con él al menos una vez en toda la película.

Michael funciona como la contraparte de Charlie en varios aspectos. Primeramente, él está más involucrado en una organización, hasta participa en el cargamento de camiones. No tiene ningún problema con crímenes como estafar. No tiene una personalidad amigable e incluso le cuesta trabajo llevarse bien con la gente que suele ver. Incluso en el tercer acto no le importa involucrarse en un homicidio con tal de vengarse por haber sentido que le faltaron al respeto.
Goodfellas (1990)

La principal diferencia con “Mean Streets” es que en este caqso no solamente se nos cuenta las andanzas de un grupo de amigos que tienen conexiones con la mafia, se nos cuenta la vida de alguien que fue miembro importante de una organización.
El filme inicia con un plano en el que tres personajes están en un viaje en auto. Es 1970, en Nueva York, y tienen que detenerse porque algo suena en el maletero. Cuando lo abren, se ve a un hombre en un muy mal estado físico. Uno de ellos lo apuñala y el otro le dispara.
Luego de los créditos iniciales, la historia comienza cuando se nos presenta a un joven Henry. Se nos ubica en 1955. Cuando él tenía 13 años. Desde entonces, él veía a los gánsteres como personas que estaban por encima o que eran de un estatus superior al de los demás. Hizo un esfuerzo por formar parte de la organización a cargo de Paulie, un hombre que no hablaba mucho.
De ahí se pasa a 1963, Henry y su amigo Tommy se roban un camión de un aeropuerto. Los primeros 20 minutos de película ni siquiera se van a sentir como tal. Al principio el ritmo es rápido, y los paneos ayudan mucho a que se sienta dinamismo entre los personajes.
En el minuto 32 ocurre algo interesante. Henry lleva a una mujer llamada Karen a un restaurante. Él le encarga su auto a un hombre que está del otro lado de la calle, justamente el lado opuesto de donde los demás se estacionan. Luego, la lleva de la mano a la parte de debajo del lugar, entran por el área de servicio, pasan por la cocina. Uno de los encargados ve a Henry e inmediatamente ordena que le pongan una mesa. Esto es un ejemplo de lo que a Henry tanto le gustaba de los gánsteres, ellos no tenían que esperar por nada ni por nadie, y ahora él lo experimentaba.
Ya a partir de ahí se nos muestra que Henry disfruta mucho de su estilo de vida. Por fin podía tener lo que desde hace años quería. Roba lo que quiere, come donde quiere, pasa su tiempo donde quiere. Todo eso lo hace porque puede, porque se lo ganó luego de hacer méritos. Incluso se da el permiso de golpear con una pistola al tipo que se atrevió a ponerse agresivo con Karen.

Más adelante, en el minuto 52, volvemos a 1970. Esta vez nos trasladan a Queens, Nueva York. Tommy se enoja con el recién salido de la cárcel Billy Batts porque ese hombre le recuerda lo que hacía antes de ser alguien importante. Más adelante, antes del minuto 56, Tommy regresa al lugar de los hechos y junto con Jimmy le da una paliza a Billy. Ambos lo dejan en muy mal estado, y Tommy hace un esfuerzo por darle un balazo. Luego volvemos a la escena del inicio en la que los tres están en el auto. Henry abre la cajuela, Tommy acuchilla, y Jimmy le dispara al moribundo. Después, proceden a enterrarlo.
Tommy es un personaje simpático, por varios momentos se roba la película. El problema es que es un loco quien fácilmente puede perder el control. Esto se puede apreciar cuando accidentalmente hiere de un disparo a un chico apodado “Spider”, y justamente en la siguiente escena lo asesina por faltarle al respeto. ¿Y por qué se toma el atrevimiento de ser como es?, porque puede, porque al igual que Henry, se ha ganado un lugar dentro de la organización de Paulie a base de méritos.

El último personaje que forma parte de ese pequeño grupo de los que hacen lo que quieren, pero no menos importante, es Jimmy Conway. Él ya se había hecho de una fama y un lugar en la mafia desde que Henry y Tommy empezaron a hacer méritos. A pesar de ser irlandés, Paulie ya lo tenía en cuenta como a uno de sus mejores hombres. Era reconocido por ser un matón y un ladrón.
Cada vez que podía, robaba trailers cuyos cargamentos estaban llenos de mercancía. A partir de que se logra un gran robo en el que se estima que se llevaron de 2 a 4 millones de dólares, en el que se conocería como el robo de Lufthansa, él denota su personalidad nerviosa. Más adelante, varios de los que estuvieron involucrados en ese robo aparecieron muertos. Jimmy los mató a todos para asegurarse de que no hablaran con el FBI. Se dio el permiso de hacer todo eso porque podía, porque se había ganado el derecho de hacer lo que quisiera a pesar de no ser uno de los grandes jefes, un “iniciado”.

Los tres personajes más importantes de esa película hacen muchas cosas que podrían perjudicarlos después, pero lo hacen porque pueden. Desde un punto de vista simplista, esa cinta es de los “hago lo que quiero porque puedo”.
The Irishman (2019)

Frank Sheeran es un veterano de la Segunda Guerra Mundial quien trabaja como transportista para una compañía de carne. Después de conocer a Russell Bufalino, uno de los jefes de la mafia italiana, y de que se junten varias circunstancias, termina por trabajar para él.
Empieza como un sicario cualquiera, y poco a poco se gana la confianza de Russell y su amistad. Alcanza uno de sus puntos más altos de su carrera de “pintar casas” cuando Jimmy Hoffa lo contacta. Frank también se hace amigo después de trabajar para él.
En realidad, no hay mucho qué decir sobre Frank. Es posiblemente el personaje más equilibrado de todos los que se mencionan en este texto. Claro que cometió varios crímenes entre los que se incluyen asesinato, contrabando, destrucción de vehículos, entre otros. Sin embargo, en su vida personal trató de actuar de la manera más correcta que pudo a pesar de descuidar bastante a su familia. Si se le puede achacar algo es que, a pesar de no ser un monstruo con sus hijas, tampoco pudo establecer una relación normal con ellas debido a que era ausente.

Con respecto a Russell, era un jefe en toda la extensión de la palabra. No se alteraba mucho, parecía que no hacía mucho. Lo peor que se le vio hacer podría ser la ocasión en la que evitó que Frank intentara avisarle a Hoffa que iban a matarlo. No resultó ser alguien desastroso, pero sí bastante frío.

Jimmy Hoffa era prácticamente lo opuesto a Russell. Como jefe del sindicato de transportistas, y como persona, era alguien muy hiperactivo e impulsivo. Él siempre hizo lo que quiso y al final le costó bastante caro. Quizás su peor error fue no escuchar la advertencia de Russell. En “The Irishman” no se guardaron nada con ese personaje.

En principio parece que las tres películas se pueden resumir en que los protagonistas de alguna manera se relacionan con la mafia italiana y al final parece que no valió la pena. Entonces, ¿en qué se diferencian las películas? ¿Qué hace que los personajes sean distintos? En pocas palabras, lo que hacen sabiendo si tienen límites o no. Los personajes de “Mean Streets” no hacen mucho porque están ligeramente relacionados con la mafia, a excepción del protagonista. Charlie espera formar parte de la organización de su tío, por eso quiere actuar bien. Para obtener su bendición. Por otro lado, en “Goodfellas”, tanto Henry como Jimmy y Tommy, hacen lo que quieren porque saben que pueden hacer lo que quieran siempre y cuando no maten a nadie que sea de un rango superior a ellos dentro de la organización.
¿Y en dónde queda Frank Sheeran de “The Irishman”? Él es un caso especial porque no forma parte de la mafia italiana tal cual. Es un sicario que es muy amigo de Russell, uno de los jefes, pero no tiene a un grupo de camaradas como los protagonistas de las otras dos películas. Él podría hacer lo que quisiera porque se lleva bien con uno de los jefes, pero no lo hace. Solamente sigue con su faceta de soldado. Mata a quien deba de matar, roba lo que tenga que robar. Todo lo hace siguiendo órdenes, y en su vida personal, prácticamente la sacrificó por su trabajo.
Fuente: IMDb
Otra cuestión con la que se pueden distinguir estas cintas es la magnitud de los problemas a los que se enfrentan y las consecuencias que pueden tener las decisiones que tomen los protagonistas. En “Mean Streets”, las consecuencias de los actos de los protagonistas son mínimas en comparación de las otras dos películas. Ni siquiera se puede decir que al final causaron un gran impacto a nivel local. En “Goodfellas”, Henry y sus amigos son reconocidos como criminales que el FBI buscó capturar por años. Sus robos y otros crímenes llamaron la atención al menos a un nivel estatal. Ahora, con respecto a “The Irishman”, el hecho de que la mafia se involucrara en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ya es un antecedente de que se habla en palabras mayores. Y el dato de que también ayudaron a Jimmy Hoffa, quien fuera el mayor líder sindicalista del país, es una cereza sobre el pastel.
En fin, todas son películas estupendas a su manera. Me gusta pensar que cada una tiene ese algo que la hace única. “Mean Streets” tiene su guion; “Goodfellas” su historia, los movimientos de cámara más interesantes; “The Irishman” su diseño de producción y la actuación de Al Pacino.
Definitivamente Scorsese ha hecho excelentes películas. Por supuesto que es debatible si todas las mencionadas en este texto lo son, pero no quita que cada una tiene al menos una cosa que la hace memorable. Ojalá que el cineasta haga varias películas más en los siguientes años.
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