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Crítica | Teminator: Destino Oculto | El “The Last Jedi” de la saga de Terminator

  • Foto del escritor: Braulio Pérez
    Braulio Pérez
  • 8 nov 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 18 jul 2020

Título original: Terminator Dark Fate. Director: Tim Miller. Reparto: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Mackenzie Davis. Fecha de estreno: 1 de noviembre de 2019 (MX)




Han pasado 35 años desde que el primer Terminator regresó al pasado a matar a la madre del líder de la humanidad y 28 años desde que Sarah y John Connor junto al T-800 detuvieran el día del juicio final, ahora regresan para enfrentar una nueva amenaza que está por acabar con el elegido (otra vez) que liderará a la humanidad… y de paso corregir el desastre lineal que comenzó con Terminator 3 (2003) y que se elevó en proporciones catastróficas con la infame Terminator Génesis (2015). Con un viaje desde la Ciudad de México hasta Laredo, Texas, los viejos conocidos junto a Grace (Mackenzie Davis), una mujer soldado biomecánica del futuro deberán proteger a capa y espada a Dani (Natalia Reyes) de las cuchillas del Terminator Rev-9.


Primero que nada hay que hacer la mención de que, obviamente, esta nueva entrega no es igual o mejor que las primeras dos, pero sí es la mejor que ha salido en mucho tiempo. El director, Tim Miller, demuestra que para la acción con humor ácido no hay nadie como él, puesto que con pequeños comentarios y gags de los personajes hace mención acerca de su iconicidad y recrea con cierta frescura momentos de acción emblemáticos de cintas anteriores. Hay que dejar en claro que todas las películas de Terminator son exactamente la misma historia; dos enviados del futuro, uno a salvaguardar y otro a destruir el mismo objetivo y todo se convierte en una carrera contra el tiempo por la supervivencia. Y parece ser que esa repetitividad es la razón por la que muchos se han molestado con Dark Fate, tachándola de haber mancillado e insultado toda la mitología de Terminator con la muerte de un personaje icónico, feminismo y mexicanos ridiculizados de por medio. Sin embargo, si sólo van a apreciar el mismo producto reciclado una y otra vez, con cualquier mínimo cambio considerado como sacrilegio, mejor vayan a ver el Universo Cinematográfico de Marvel, porque esta entrega es muchas cosas, pero no una mala película de Terminator.



A pesar de que peca de los mismos errores argumentales de viajes en el tiempo que la primera entrega de 1984 y deja muchísimas preguntas sin respuesta, lo que hay que reconocerle a Terminator de 2019 es que es arriesgada, toma la historia contada una y otra vez en más de 4 películas y rompe con todos los parámetros establecidos para dar un giro fresco a la saga e introducir nuevos personajes, los cuales en ningún momento fueron forzados o poco empáticos, al contrario son un claro ejemplo de personajes femeninos bien establecidos y empoderados (no como cierta capitana), pero las actrices sí palidecen a cámara cuando entran Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger.


El concepto del elegido o el salvador fue transformado en algo simbólico que no recae necesariamente en una sola persona, pero que sí debe ser defendido para dar a los demás la visión de lo que realmente significa ser el elegido: esperanza.


Otro merito que debe tener la película son sus secuencias de acción, las cuales por fin hacen algo de justicia a las épicas peleas entre robots que todos querían ver desde Terminator 2 (1991), pero que cuando involucran situaciones o escenarios que necesitan muchos efectos especiales, el CGI podría llegar a sacar al espectador de la historia. También, la historia de la película le da suficiente credibilidad y sustento para no depender de entregas anteriores, por no mencionar todo el simbolismo que es la odisea de cruzar un país en una época de facciones tan divididas y en la que es muy fácil dejar rastros digitales. Demás está mencionar que todos los personajes, tanto nuevos como viejos, tienen un desarrollo, evolución y algunos hasta conclusiones emotivas y consistentes.


En fin, Terminator Dark Fate, no es una película perfecta, claro que tiene errores, pero es una película que busca tomarse en serio al volver a su esencia original y revivir una saga clásica para, posiblemente, darle un cierre definitivo. Se nota que el director y guionista intentan hacerlo de la forma más acertada posible. Aunque abusa del final abierto y muchas interpretaciones, se nota que muchas fueron intencionales para darles una explicación en una posible secuela, entonces sólo nos queda la duda: ¿El T-800 volverá?



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