Crítica | Ruega por nosotros | Roguemos porque nunca haya secuela
- Braulio Pérez
- 28 abr 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 29 abr 2021
Título original: The Unholy. Director: Evan Spiliotopoulos. Reparto: Jeffrey Dean Morgan, Marina Mazepa, Cricket Brown, Jordana Brewster, Diogo Morgado y Cary Elwes. Fecha de Estreno: 22 de abril de 2021 (MX)

Esta es la historia de Alice (Cricket Brown), una joven con discapacidad auditiva que después de haber sido visitada por la Virgen María, inexplicablemente es capaz de escuchar su voz y realizar “milagros” en su nombre. Al mismo tiempo, un periodista desacreditado (Jeffrey Dean Morgan), con la esperanza de revivir su carrera, decide investigar estos sucesos milagrosos. Cuando empiezan a ocurrir eventos aterradores, este periodista se comienza a cuestionar si de verdad ha hecho acto de aparición la Virgen María o algo más siniestro.

Dicen que los santos ven lo bueno de las cosas y las personas, así que tratemos de imitarlos y comencemos por ahí. Las actuaciones de la película son lo suficientemente aceptables para sobrellevar la cinta, en especial la de la joven Cricket Brown. La película nos plantea una interesante historia de un ser sobrenatural y demoníaco, no explica su origen con cierta intriga y detalles que podrían interesar a más de uno por el morbo de conocer de dónde viene esa criatura. También hay una sutil y pequeñísima crítica a como una comunidad tan grande como lo es la cristiana en los Estados Unidos, tiende a dejarse llevar por su visión limitada de lo que consideran divino antes de cuestionarlo… Y ya, eso es todo lo bueno que se le puede rescatar, así que en realidad no imitamos a los santos, sólo se hizo lo más fácil primero.
¿Alguna vez te pasó que buscabas a alguien en Facebook y mandaste solicitud de amistad al primer perfil con el mismo nombre y apellido que apareció, y resulta que ese perfil es el de un hombre cuarentón que ahora te stalkea y manda constantes mensajes para que platiques con él? ¿No? Suena a algo estúpido, ¿verdad? Bueno, ese es básicamente el argumento con el que se “sostiene” la trama de Ruega por nosotros. En esta cinta las casualidades están a la orden del día para provocar y resolver todos los conflictos. Es decir, alguien es enviado a un pueblo que casualmente no se ha modificado geográficamente en casi 200 años y casualmente se encuentra una muñeca maldita que por casualidad tenía el alma de un ser malvado que convenientemente se llama María y convenientemente a ninguno de los “especialistas” de la iglesia se les ocurre investigar, ¿si se entiende? Es absurda de principio a fin.

Es muy, muy, muy, ¡Muy! Difícil ver esta película de terror y no soltar risas de pena ajena por los pésimos efectos especiales, los diálogos explicativos y forzados, personajes de relleno con muertes ridículas, las espantosas tomas con croma de la supuesta cara de “María” y los patéticos intentos de screamers que son más obvios que político mentiroso. No se entiende si hay una burla bien pensada hacia los cristianos y católicos por lo fácil que aceptan un milagro y comienzan una devoción ciega a líderes aún más ciegos o en serio su comunidad es así y el guionista de esta cinta lo ve como algo normal, porque si eso último es el caso, no podrías tomarte en serio esa religión, ni en la película o en la vida real.

Lo más lamentable es que la historia de esta María sí tenía mucho potencial para exprimir y pudo haber ofrecido un enfoque menos estrafalario y más introspectivo en cuanto a la figura bíblica de la que parte, o sea, un filme de horror psicológico y más simple. Pero lo tiran todo por la borda y nos pasan una película genérica, intrascendente y olvidable, una en la que creen que entre más fuerte sea el screamer con una imagen más siniestra del monstruo, más miedo y mejor hecha va a quedar. Es una premisa que se basa en el simple hecho de no haber sabido el apellido de alguien. Lo único “aterrador” en Ruega por nosotros es como desperdicia a un gran actor como Jeffrey Dean Morgan… eso y los créditos finales con cantos evangélicos distorsionados.
SAM RAIMI... ¿CÓMO PUDISTE PRODUCIR ESTO?
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