Crítica | Entre Navajas y Secretos | La revelación del año

Título original: Knives Out. Director: Rian Johnson. Reparto: Daniel Craig, Christopher Plummer, Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Ana de Armas. Fecha de Estreno: 29 de noviembre de 2019 (CDMX)

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Después de que The Last Jedi (2017) dividiera a los espectadores con respecto al trabajo del director Rian Johnson; por un lado era elogiado por la crítica profesional y por el otro tratado con frialdad por muchos fans de la saga de Star Wars. Su nueva película arribó a las salas de cine sumergida en un océano de ambigüedad y casi desapercibida. Sin embargo, Entre Navajas y Secretos resultó ser un proyecto invaluable, no sólo por su elenco de lujo, sino también por la excelente narrativa y manejo del suspenso en su nueva cinta al estilo de ¿Quién es el culpable?

La enigmática historia gira entorno con respecto al supuesto suicidio de Harlan Thrombey (Christopher Plummer), un excéntrico escritor de novelas de misterio y gran patriarca de una familia que vive completamente a expensas de él, o más bien, de su riqueza. Debido a sospechas anónimas el detective Blanc (Daniel Craig) reabre el caso sólo para descubrir una maraña de mentiras y secretos por parte de la familia Thrombey y que todos, absolutamente todos tienen motivos suficientes para querer muerto a Harlan.

Generalmente cuando el guion de una película no tiene el peso narrativo suficiente, recurre a un elenco de renombre para opacar sus fallos argumentales y desarrollo de personajes, pero ese no es el caso de esta cinta. A pesar de que no tenemos noción o algún recurso visual del pasado de los protagonistas (ya que todo se limita a el escenario principal), es mediante los diálogos que el director permite entender cómo son y qué los trajo hasta donde están, sin abusar de las explicaciones.

Aunque todo el elenco es asombroso y hacen un trabajo impecable, tanto de forma grupal como individual, es necesario destacar el trabajo de Daniel Craig y Chris Evans. Si bien Craig no es ajeno al trabajo de detective (007), en esta película hace una performance tan exagerada que es hilarante, pero también fresca (una sátira a los detectives londinenses de la década de los 60’s) y que ponen en duda si realmente es tan bueno como dice, pero que al momento en que se adueña de la escena deja muy en claro que es el tipo más listo en la habitación. Por otra parte, el portador de “el mejor trasero de América” (Evans) nos recuerda a los viejos espectadores sus primeros papeles, en esta nueva película se desenvuelve con una actitud y elocuencia dignas de un brabucón y que en definitiva dejan atrás su papel de niño bonito y superhéroe… bueno, tal vez lo de niño bonito aún no.

Otro de los aspectos que es necesario destacar es la fotografía, en toda la película hay tomas demasiado inverosímiles para el tipo de historia, pero que quedan como anillo al dedo; ángulos, tomas consecutivas y la inclusión de flashbacks en conjunto a los diálogos de resolución de los tres actos de la cinta. El ritmo es estable y hace que todo el misterio sea sobrellevado por el espectador sin saturarse de información, algunos diálogos delatan poco a poco ciertos detalles exclusivos para la audiencia y así den posibles resoluciones o presuntos culpables. La historia no se funde con un solo género, es una hilarante, satírica y excéntrica historia de misterio con humor negro y personajes que te hacen odiarlos o amarlos, esto debido a lo bien establecidos y desarrollados que están.

Evidentemente esta película no está hecha con fines “artísticos”, no dura tres horas, tampoco está en blanco y negro o tiene personajes coloridos en mallas, sin embargo, eso no la vuelve un filme más. Su guion está establecido de tal forma que invita al espectador a tratar de resolver el misterio, pero no importa que tan bueno o intuitivo te consideres en las películas de detectives, porque esta cinta da giros y sorpresas en cada uno de sus diálogos y secuencias que vuelve casi imposible resolver todo el misterio hasta que es desenmarañado para nosotros. Esa es la principal razón por la que Entre Navajas y Secretos es una de las mejores películas del año; juega con la mente de la audiencia y crea verdadera intriga, suspenso y reta descaradamente que descifres quién es el culpable. La pregunta es: ¿podrás?