¡Ataques de pánico! ¿Qué son y qué puedes hacer durante uno?
- Samaria Jimenez
- 26 ene 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 mar 2021

Muy frecuentemente, puedes escuchar a la gente decir cosas como:
"Cuando estoy rodeada de perros, sufro un ataque de pánico’ o ‘cuando debo hablar frente a un público, me da un ataque de pánico".
El Dr. Jerry Bubrick, director del Centro de Trastornos de Ansiedad en el Child Mind Institute, dice que lo más probable que quieren decir es que esa situación les da un poco de pánico, pero no que están teniendo un verdadero ataque.
Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso e irracional que provoca reacciones y malestares físicos graves sin ningún factor aparente. Se caracteriza por crear la sensación de perdida de autocontrol sobre quien lo experimenta, además de hacerlo pensar que sufre un ataque al corazón o que esta por morir. Se desconocen los motivos que orillan a una persona a padecer un ataque de pánico, pero algunos de los factores influyentes pueden ser la genética, los altos niveles de estrés y el proclive a tener emociones negativas.
Se presentan de manera inesperada y en cualquier lugar o momento: yendo a la escuela, conduciendo al trabajo, platicando con amigos, comiendo o durmiendo y suelen durar de 7 a 10 minutos.
Sus síntomas se vuelven cada vez más intensos conforme llegan a su punto máximo y disminuyen paulatinamente. Después de que el ataque de pánico desaparece, puedes terminar exhausto. Cabe resaltar que no representan ningún tipo de riesgo para la salud ni están ligados a enfermedades venideras.

Los ataques de pánico suelen comprender algunos de estos signos:
Sensación de estar en peligro.
Miedo irracional a morir o a perder el control.
Taquicardia o palpitaciones.
Sudor y escalofríos.
Temblores e hiperventilación.
Opresión en la garganta y sofocos.
Náuseas y sensación de desvanecimiento.
Dolor en el pecho o cabeza.
Después de superar un ataque de pánico se puede generar un profundo miedo a que vuelva a suceder. Este miedo en ocasiones llega a ser tan fuerte que la persona genera fobia a los momentos o espacios físicos donde vivió la experiencia, en consecuente, evitará nuevamente visitarlos con el fin de no exponerse a sufrir otro ataque, cuando en realidad no existe un vínculo en ello.
Aunque no existe una forma segura de prevenir un ataque de pánico, la Psicóloga Fabiola Cuevas dice hay maneras de hacerlo más soportable. Algunas de estas recomendaciones son:
Practicar una técnica de respiración.
Concentrarse en relajar los músculos.
No pensar en “que más podría pasar”.
Recordar que sus síntomas no son perjudiciales ni peligrosos para nuestra salud.
Aceptar que está pasando y no intentar controlar o evitar el ataque, no crear tensión corporal ni mental.
Para concluir, si los ataques de pánico son muy constantes y el miedo a sufrir otro es muy intenso, es probable que padezcas una afección llamada “trastorno de pánico” y debas acudir al médico.
Fuentes: Child Mind Institute y Desansiedad
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