Columna | El Palco de Tuda: Cantú, un cáncer para el FC Juárez
- Christian Tuda
- 10 abr 2021
- 4 Min. de lectura
Después de un tiempo ausente por aquí, estoy de vuelta. Y estoy de vuelta por un tema específico que no solo me atañe a mí, sino a todos aquellos que vivimos en esta ciudad y seguimos muy de cerca a nuestro equipo, los ‘poderosisimos’ Bravos del FC Juárez
Durante el presente torneo Guardianes Clausura 2021 el equipo no ha tenido buenos resultados. Para ser más específico, la escuadra juarense ocupa el penúltimo lugar en la tabla general, con solamente 9 míseros puntos, producto de 3 victorias, 3 empates y 7 derrotas, y eso que tienen pendiente un juego contra Tigres. Además, son la peor ofensiva del campeonato, con solo 8 goles a favor, de los cuales la mitad son de Darío Lezcano, uno de los escasos jugadores buenos y de lo poquísimo rescatable del equipo.

Pero no vengo a señalar ni a jugadores ni al cuerpo técnico, porque ellos son los que menos culpa tienen de todo este desastre que es el FC Juárez. Soy más bien de aquellos que se atreven a señalar la raíz del problema, y en este caso, el problema proviene, o debería decir más bien, es un hombre de pantalón largo.
Cuando fue presentado a inicios del año pasado como director deportivo del FC Juárez, muchos creíamos que Guillermo Cantú podría hacer una buena gestión con el equipo, sacándolo de los problemas de la tabla porcentual y haciéndolo más competitivo en la Liga MX. Pero lejos de ello, ha traído problemas a la franquicia, no solo deportivamente hablando, sino que también administrativa e incluso económicamente.

En los quince meses que ha estado a cargo administrativamente del equipo, han pasado por el banquillo tres entrenadores: Gabriel Caballero, Luis Fernando Tena y Luis Alfonso Sosa, quien es el actual director técnico. Cuando llegó Cantú a la frontera, Caballero era el técnico en turno, por lo que todavía le tocó un grupo más decente, que contaba en ese momento con jugadores como Mauro Fernández, Martín Rabuñal, Ángelo Sagal y Diego Rolán, entre otros.
En el Clausura 2020, los Bravos se encontraban en zona de liguilla, pero ya todos sabemos que debido a la pandemia no se pudo completar el torneo y terminó siendo cancelado. Pero para el siguiente torneo, Cantú tendría prácticamente el control total del equipo y, con ello, sacar lo que no entraba en sus planes y transformarlo a su manera.
Así fue como salieron jugadores de vital importancia como el ‘Rayo’ Fernández, Rabuñal, Sagal y Rolán, siendo este último el más impactante debido a que formaba una gran dupla con Lezcano. La cuestión con Rolán es que Cantú le dijo a este que no podía mantenerlo en el club debido a que no eran capaces de pagar lo que el jugador pedía.
Sin embargo, el ‘inteligente’ de Cantú tuvo los pantalones para contratar a Marco Fabián. Y no necesito explicar quién es Marco Fabián y por qué es tan conocido este jugador, si es que se le puede llamar aún así. Está de más decir que desde que llegó Fabián al equipo, ha hecho más fuera de la cancha que dentro. Desafortunadamente, no es el único de los refuerzos traídos por Cantú que no ha rendido, futbolísticamente hablando.

Otros jugadores como Blas Armoa, Pol García y Ayrton del Valle tampoco han hecho mucho, y eso es más de lo que puedo decir honestamente, porque por más que quisiera explicar de qué forma han fallado, serían demasiadas palabras, así que mejor dejo este tema así.
Como dije, desde que Cantú llegó al equipo, su presencia y las decisiones que ha tomado han perjudicado al equipo de distintas maneras. Como todos sabemos, para que el equipo llegara a la Liga MX, tuvieron que desembolsar 20 millones de pesos, y ahora parece que el equipo se encamina a sacar más dinero de sus bolsillos.
La escuadra juarense se ubica actualmente en el puesto 16 en la tabla porcentual, lo que significa que, de seguir en esa posición, para el final del torneo deberá pagar una multa de 50 millones de pesos, por si fuera un poquito más lo que deben pagar, porque todavía están pendientes a que Mario Mendívil, quien fuera propietario de Lobos BUAP, pague los 180 millones de pesos a la institución educativa para que el club fronterizo le pague a él los 10 millones restantes de los 20 que estaban estipulados cuando se hizo la venta en junio de 2019.
Y por si no fuera suficiente con tenerlos sumidos en la miseria, Cantú ni siquiera les dio la posibilidad de establecer un buen proyecto a largo plazo. De acuerdo con Ignacio Suárez, columnista colaborador de Récord, Humberto Valdés, mejor conocido como el ‘Señor Tecnología’ cuando trabajaba en TUDN, le había presentado a Alejandra de la Vega un plan para fortalecer varios aspectos, entre ellos el deportivo y social, así como desarrollar un buen sistema de fuerzas básicas.
De la Vega quedó muy sorprendida al ver este proyecto y le encomendó a Cantú que lo contratara. Pero él, lejos de seguir las instrucciones de la jefa, se lo pasó por el arco del triunfo, ya que sintió celos de que Valdés le presentará el proyecto directamente a la dueña y no a él, por lo que no solamente no lo contrató, sino que, en su lugar, trajo a Héctor Lara, quien duró menos tiempo de lo que dura la lluvia en esta ciudad, si saben a lo que me refiero.
En pocas palabras, todo lo que ha hecho Cantú en estos 15 meses ha sido desmantelar al equipo de arriba hacia abajo. Guillermo Cantú es un cáncer para el FC Juárez, y necesita ser extirpado de inmediato, antes de que siga haciendo metástasis y termine por matar al equipo por completo. Aún están a tiempo de hacerlo.
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